¿QUÉ SE ENTIENDE POR INTELIGENCIA?
PRÓLOGO
El término de Inteligencia (intelligentia), tal vez compuesto de “Intus lego”, que significa leer dentro de mí, fue usado por Cicerón con el fin de designar la capacidad para entender, comprender e inventar.
La verdad es que no hay definición real para inteligencia, es un concepto abstracto que el humano no puede entender.
Un concepto cercano a definición podría ser: La capacidad de sacarle provecho a los recursos con los que se cuente, o la capacidad de crear tales recursos. También podría definirse como la modalidad de poder sobresalir en un campo determinado, haciendo nuestras relaciones más favorables y desfavorables a la vez. O se puede decir que es una facultad especial propia de ciertas clases de seres orgánicos que les otorga, juntamente con el pensamiento, la voluntad de obrar, la conciencia de la existencia y de la Individualidad, así como también los medios de establecer relaciones con el mundo exterior y de atender a sus necesidades.
Si bien no existe una sola definición, tampoco se cree que exista un solo tipo de inteligencia, según la teoría planteada por H. Gardner, quien define la inteligencia como "la capacidad de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas”, existirían las inteligencias múltiples llegando a identificar ocho tipos de ellas: lingüística, lógica –matemática, espacial, musical, corporal-kinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturalista. Naturalmente todos tendríamos las ocho inteligencias en mayor o menor medida, ya que si existieran de manera pura les resultaría imposible funcionar.
Por otro lado la corteza cerebral luego de una evolución a lo largo de millones de años, se ha convertido en el depósito de la mayoría de las funciones cognoscitivas características del ser humano. Esta neocorteza se divide en dos hemisferios: derecho e izquierdo los cuales a su vez presentan cuatro regiones mayores llamadas lóbulos: frontales, parietales, occipitales y temporales. Cada lóbulo tiene distintas funciones y cada uno de ellos será estimulado dependiendo del tipo de inteligencia que se manifieste en el ser humano.
DESARROLLO DEL TEMA
Gracias a un ampliamiento en el campo de lo que es la inteligencia se ha llegado a reconocer que la ésta no implica una brillantez académica bajo ningún aspecto.
En la gran mayoría de los aspectos de la vida cotidiana se requiere ser inteligente, pero dependiendo del caso se utilizará un tipo de inteligencia distinto. No mejor ni peor, pero si distinto.
Además se llegó a definir la inteligencia como una “capacidad”, convirtiéndose en una destreza que se puede desarrollar. Hasta hace muy poco tiempo la inteligencia se consideraba algo innato e inamovible, se nacía inteligente o no, y la educación no podía cambiar ese hecho.
Ahora bien, no se puede negar el componente genético en la inteligencia, todos nacemos con unas potencialidades marcadas por la genética, pero esas potencialidades se van a desarrollar de una manera o de otra dependiendo del medio ambiente, nuestras experiencias y la educación recibida.
En cuanto al cerebro, se llegó a definir que el hemisferio izquierdo maneja la lógica y todo lo relacionado con ella, es decir, es el hemisferio del pensamiento analítico, cuantitativo, racional y verbal. El hemisferio derecho es el hemisferio del pensamiento holístico, intuitivo, imaginativo y conceptual, es decir, es el hemisferio de las emociones y la creatividad. El predominio de uno de los hemisferios determina, por consiguiente, las conductas que la persona tendrá al enfrentarse a sí mismo y su medio.
La sociedad occidental ha privilegiado la utilización del hemisferio izquierdo, a través de una educación de corte científico y una elevada valoración social por las profesiones ligadas a esta área, relegando de paso aquellas vinculadas al hemisferio derecho y, por ende, limitando el desarrollo de habilidades relacionadas a este hemisferio.
Quizás por ésto es que la “Inteligencia Emocional” es un concepto relativamente nuevo que intenta globalizar la definición pasada de inteligencia cognitiva junto a una inteligencia ligada principalmente a las emociones.
Peter Salovey y John Mayer, psicólogos norteamericanos, propusieron por primera vez el modelo de "Inteligencia Emocional" en 1990 y describieron los principales aspectos que la conforman:
• El conocimiento de las propias emociones.
• El manejo de las propias emociones.
• La auto motivación.
• El reconocimiento de las emociones de los demás.
• El manejo de las relaciones interpersonales.
De esta forma, se deduce que la inteligencia es un concepto muy amplio, que implica la capacidad del individuo para llevar a término exitosamente una empresa, e incluye la Inteligencia Cognitiva y la Inteligencia Emocional.
Actualmente se considera que el desarrollo de la Inteligencia Emocional es crucial para alcanzar el éxito en la vida, incluso más que la Inteligencia Cognitiva, y a diferencia de ésta, tendría una mayor carga ambiental que genética. Es por esto que, pese a su reciente descripción, la Inteligencia Emocional se ha convertido en uno de los temas más debatidos en psicología y más estudiados en neurología conductual, amenazando con crear una verdadera revolución en los métodos de enseñanza tradicionales, los que están enfocados principalmente al desarrollo de la Inteligencia Cognitiva.
CONCLUSIÓN
Aunque la cognición ha aportado una gran plasticidad adaptativa al ser humano, lo que le ha permitido sobrevivir prácticamente en cualquier ambiente sobre la tierra, sigue siendo la vida emocional el cimiento sobre el cual se sustenta el psiquismo. La emotividad es fundamental incluso en procesos en los cuales se le ha creído tradicionalmente perjudicial, como es la toma adecuada de decisiones.
La disfunción del aparato emocional, ya sea por déficit (aplanamiento afectivo) o por una respuesta inapropiada a las circunstancias, se traduce en una considerable desventaja biológica y social.
La clave para una elección adecuada es estar en sintonía con nuestros sentimientos.
Esta entrada es gracias al aporte de Mariana.
